El Sr. Wellington Koo, el diplomático para desfiles del gobierno de Pekín, ha trasladado el campo de su actividad de Ginebra a Washington. El muy inteligente y digno representante chino estaba representando a su país en Europa en la Sociedad de Naciones. Incluso presidió durante algún tiempo esa estimable institución y así demostró cuán alto puede ascender un chino hoy en día dentro de los círculos de la diplomacia internacional si sabe nadar con la corriente. El Sr. Wellington Koo, además, participó con semblante solemne en la decisión sobre la cuestión de la Alta Silesia. Ahora participará en la solución de la cuestión china y está perfectamente claro que tendrá mucho menos que decir sobre la cuestión china que en el problema de la Alta Silesia. Curiosamente, apenas doce días antes de la apertura de la Conferencia de Washington, se produjo un incidente muy desagradable: el gobierno chino tuvo que admitir su insolvencia. El gobierno chino no ha pagado los intereses de su préstamo estadounidense que vencía el 1 de noviembre. Presentar demandas en nombre de un Gobierno en bancarrota no es una posición muy envidiable.
Arthur Rosenberg
Arthur Rosenberg(1889-1943): en la encrucijada entre la ciencia y la política
por Mario Kessler
Mario Keßler, historiador alemán, publicó en 2003 una biografía del historiador de la antigüedad, marxista revolucionario y diputado por el KPD en el Reichstag en la Alemania de Weimar Arthur Rosenberg (I). Un año antes, la revista alemana Sozialismus publicaba un esbozo biográfico de Rosenberg en su suplemento de febrero escrito por el mismo Keßler y en el que incluía un apéndice con comentarios de tres autores que en su día conocieron a Rosenberg (II): Sidney Hook, Walter Markov y Theodor Bergmann. Reproducimos íntegramente este suplemento traducido para Sin Permiso por Jaume Raventós. Nunca antes había sido traducido al castellano. EP
Arthur Rosenberg: democracia, marxismo y revolución sin dogmas
La unificación de Alemania de 1871, de la que en enero se cumplieron 150 años, nos vale de excusa para ofrecer la traducción del primer capítulo del libro de Arthur Rosenberg “Entstehung der deutschen republik, 1871-1918”, (Origen de la república alemana, 1871-1918). El capítulo comprende el período que transcurre desde la unificación de Alemania en 1871 hasta casi la dimisión de Bismarck como canciller del Reich bajo el káiser Guillermo II en 1890.
Arthur Rosenberg: «La decadencia de las luchas de clases en Grecia»
Las relaciones sociales y las relaciones de clase en el ámbito de la población griega adquirieron en las colonias aspectos completamente diversos con respecto a la madre patria y los territorios coloniales a partir del 330. En los países coloniales, es decir, en Asia y en Egipto, algunos centenares de miles de griegos se contraponían como casta dominante a varios millones de personas pertenecientes a las poblaciones locales. Los griegos ocupaban entonces en Egipto, Siria y Persia una posición análoga a la que gozan actualmente los ingleses en la India y en el propio Egipto.
Arthur Rosenberg: ¿de qué vivían los hombres en la antigüedad?
¿De qué vivían griegos y romanos? La pregunta exige una respuesta tajante: no del arte, la ciencia y la política, sino de la agricultura, de la artesanía y del comercio. Todavía no hace cien años se hallaba muy difundida, al menos entre los estudiosos y las personas cultas, una curiosísima opinión respecto de la antigüedad, según la cual griegos y romanos habrían sido una clase de gente ideal que no tenía necesidad de dedicarse a asuntos tan viles como el trabajo y la ganancia, sino que se habrían entregado permanentemente a temas intelectuales, dedicándose a los asuntos del estado y a la contemplación de las obras de arte. Esta errónea concepción de la antigüedad está inseparablemente unida con esas otras falsas ideas acerca del número de esclavos de la época. Si se parte de la hipótesis de que tanto los griegos como los romanos habían te nido a su disposición una enorme masa de esclavos, es automático pensar que los ciudadanos libres no habrían tenido necesidad de trabajar, y habrían tenido la posibilidad de dedicarse sólo a cosas refinadas y espirituales. Esta fantasiosa imagen de la antigüedad ha sido drásticamente revisada por la crítica reciente. Existen naturalmente aún hoy día personas, incluso doctas, no influenciadas aún por estos nuevos estudios, que continúan cultivando las antiguas ideas ilusorias sobre los griegos y los romanos.
Arthur Rosenberg: esclavos, siervos de la gleba y proletarios
Tras la lectura del primer capítulo de este libro, quizá algunos lectores se hayan preguntado, estupefactos: ¿pero es posible que en la antigüedad haya existido un número de proletarios libres suficientemente considerable? ¿Acaso no es verdad, más bien, que en aquel tiempo los esclavos eran quienes realizaban todos los trabajos pesados? No hay duda de que se ha difundido en general la opinión de que la antigüedad habría sido la época de los esclavos, a la que habría sucedido a continuación —hasta los alrededores de 1800—, el periodo de la servidumbre de la gleba, al cual le habría sucedido al fin la época de los jornaleros libres. No hay nada de inexacto, en sí mismo, en una distinción semejante de periodos históricos: durante la antigüedad la esclavitud desempeñó un papel determinante, así como lo tuvo la servidumbre de la gleba en el medioevo, y en el denominado evo moderno; es también indiscutible que con la civilización de las máquinas ha saltado al primer plano el trabajo libre asalariado. Pero hay que evitar considerar desde una perspectiva unilateral estas tres fases de desarrollo. En la antigüedad, por ejemplo, junto a los esclavos, fueron también numerosísimos los siervos de la gleba, pero aún en número mayor, hubo proletarios libres. La teoría según la cual la lucha de clases constituye el fundamento de todo proceso histórico encuentra, sin duda alguna, su mejor confirmación en la observación del mundo antiguo. Sin embargo, no es precisamente la lucha de clases entre libres y esclavos la que desempeña el papel determinante para quien repasa la antigüedad. Otros conflictos sociales poseyeron un alcance mucho más decisivo.
Arthur Rosenberg: sobre la República de Roma
El presente libro, la Historia de la República romana, versa sobre Roma, desde su origen como comunidad socio política hasta el inicio del Imperio, tras la disolución de la República.
Su fin es explicar cómo se constituye Roma como República, y cuál es el proceso histórico que da lugar al paulatino ascenso de las clases subalternas dentro de la República, hasta constituir parte del régimen e imponer un determinado tipo de democracia. Qué especificidad posee esa democracia, como consecuencia de los límites impuestos por las características de las fuerzas sociales constitutivas de la República, y del mismo proceso histórico social que se genera entre ellas. Y cuál es la dinámica histórica posterior que conduce a la quiebra de la democracia y, a la par, de la propia República, y da lugar al Imperio.
Arthur Rosenberg, un pensador proscrito
por Joaquín Miras Albarrán //
Prólogo a Democracia y lucha de clases en la Antigüedad
El autor de la presente obra, que se traduce por primera vez al castellano, es uno de los pocos, verdaderos, grandes pensadores políticos del siglo XX, y un revolucionario. El lector puede quedar sorprendido ante este juicio, e incluso abrigar sospechas por cuanto Arthur Rosenberg, que falleció hace seis decenios, es un perfecto desconocido.