El sonido que provoca la fricción de metales desengrasados, indicaba que se había abierto la primera reja de entrada al pabellón. Un edificio construido en cuatro pisos de sólido hormigón y fierros, que guardaba una profunda humedad, eterna, propiciando las condiciones necesarias para que en su interior, el frío y la sombra fueran el único clima existente. No había allí estaciones, por más que el sol intentara colarse por alguna rendija, solo el invierno vivía allí; esa era su casa.
ARTE Y CULTURA
De arte, cultura y su gente
Cuento de Mario Bellatín: «Quechua»
Cierta mañana de invierno me encontré de pie junto a mi abuelo. Estábamos en el zoológico. Delante nuestro había una serie de camellos. Eran animales viejos. Tristes. Aburridos quizá. Tenían el típico color cenizo que se suele imaginar. Mi abuelo me sujetaba fuertemente de la mano. Nunca más volví a verlo. Murió seguramente al poco tiempo. En ese entonces no me enteré de lo que le sucedió. Sencillamente dejé de tenerlo a mi lado hasta que aquella ausencia se convirtió en una costumbre. Todo apareció años después. Durante una sesión en la que estaba sumergido en otro plano de la realidad -había hecho uso de algunas drogas-, vi nuevamente a mi abuelo enfrente de aquellos camellos. No sólo aprecié la escena, sino sentí también la carga emocional que aquella muerte seguramente trajo consigo. Caí en una tristeza profunda.
Poema de Aniceto Hevia: «Los traidores»
Claro que son 50 años
Son 50 años de mierda
¿Y qué vienen a conmemorar ustedes
que un día se despertaron de un mal sueño?
¿Y volvieron a casa, calefacción y cuenta corriente?
Mientras que nosotros nos quedamos contando años y muertos.
Ustedes conmemoran, pero no pueden hablar de lo que conmemoran.
Nosotros contamos 50 años de mierda
Con golpes de tortura eléctrica que no sanarán nunca,
Con años de cárcel para que ustedes traidores vivieran tranquilos,
Con exilios y más exilios con los que pagamos más de lo soportable,
Con todas las revoluciones que fracasaron y las que fracasarán,
Pero ustedes se dejaron llevar por sus ontologías de la frivolidad
Y luego hablaron de democracia y buenas costumbres regadas de alcohol
Pero dentro de sus pechos traidores llevaban millones en bolsas de papel amarillo,
A los cien años de «Ulises» de James Joyce: una obra revolucionaria y una afirmación de la vida
por John McInally
“Para aprender hay que ser humilde. Pero la vida es la gran maestra”[1].
Ulises, de James Joyce, iniciado en 1914 y publicado en febrero de 1922, es la crónica de un día en Dublín, el 16 de Junio de 1904, y sigue las actividades y pensamientos de los tres personajes principales, Leopold Bloom, un publicista judio, Stephen Dedalus, basado en el propio joven Joyce y, en el capítulo final, la esposa de Bloom, Molly. El título viene del clasico mítico de Homero, La Odisea, un pilar de la literatura occidental, que describe las travesías de Odiseo (Ulises), un reticente soldado del conflicto troyano quien, como los personajes de la pequeña burguesía en la novela, vivía de su ingenio.
¿Cuánto creerle a los rankings de películas?
por Joaquín Barañao
Desde 1952 el British Film Institute viene remeciendo el ambiente cinematográfico con su lista decadal de las mejores películas. Para ello Sight & Sound, su revista insignia, encuesta a críticos y otros profesionales del rubro. Roger Ebert, posiblemente el crítico más influyente de la historia, señaló respecto al sondeo:
Poema de Friedrich Hölderlin: «Himno a la libertad»
Ante las propias puertas del Orco canté a la alegría
y a las Sombras enseñé la embriaguez,
pues, favorecido entre tantos, apercibí
en todo su divinidad a mi diosa.
Como el piloto que tras oscura noche mira
al océano que se empurpura,
como los bienaventurados contemplando los bosques elíseos,
así te admiro yo, oh adorada maravilla.
Poema de Walter Hoefler: «Bajo ciertas circunstancias»
“Por hebrero deste presente año de 1552 poblé la ciudad de Valdivia, tienen de comer cient vecinos”.Pedro de Valdivia. Cartas .I)
Me despido de la ciudad
Deberé alejarme de ella
Sin volver jamás la cabeza.
Narración de Vladimir Morgado: «Harina con cemento»
Me llegó un mail del centro cultural, en este mencionan que debo retocar una imagen que mandé hace meses a la web. Me pongo en contacto con el editor de la página. Un poco apenado me recomienda dar un aspecto más joven al protagonista de la ilustración. La noticia me desconcierta ya que la mayoría de las veces no hay retorno tras el envío. Me he acostumbrado paulatinamente a esta falta de comunicación. Pero eso suele ser algo bueno, si no hay noticias es una buena noticia dicen por ahí. De igual forma les sucede a los demás integrantes del proyecto, uno se siente a merced de los superiores, nos llevamos bien, pero se nota una lejanía en el trato. Con el editor nos conocemos hace tiempo, el cubría algunos turnos trabajando con su padre en el mercado, y yo iba con el mío a comprar casi todos los días a su pilastra. Con el tiempo entablamos conversaciones que tenían que ver con la escritura, sin saber que él escribía. un día le pedí que revisara un cuento mío, era el primer cuento que terminaba; mirando atrás me doy cuenta de la cantidad de espacios comunes y fallos del lenguaje que contenía, además de una indudable influencia del relato “Dagón” de Lovecraft. Una Influencia que por cariño a mí mismo no tildaré como plagio ya que la única diferencia con el relato original es que sucedía en la playa las Torpederas. Cristóbal fue atento y respetuoso con mi trabajo, se lo agradecí, me dio sus correcciones, pero sinceramente no creo haber podido mejorar aquel relato. Luego decidí mejor dedicarme a dibujar escritores en vez de escribir. Hace unos días nos juntamos en el centro, me entregó unos libros que le compré. Conversamos largo rato, me dijo que los proyectos de cultura muchas veces se desplantan con esa incertidumbre, sobre todo si se trata de profesionales freelance. Dependemos de los que manejan los fondos, quienes hacen y deshacen a voluntad. De igual forma nos comenta que uno aprende a dejar pasar lo malo y quedarse con lo bueno, si no la cosa no funciona. Lo ven a uno prescindible, es la dinámica de mucha gente que se dedica a ganar este tipo de fondos y que puede que no tengan una ambición estética personal: gente que no tiene el “duende”. Me hizo bien verlo, para diluir esa muralla entre la institución y nosotros los obreros, como dice él. Además de aclararme de que no es la idea agregarles más arrugas a los escritores retratados, por más verídicas que éstas sean.
«La Ballena»: el delicado puente entre el amor y la muerte
por Juan García Brun
Uno de los rasgos distintivos del arte mayor es el de ocupar un espacio común de realidad con su espectador. El último capítulo de «El Quijote» —lo analizan Borges y Unamuno— tiene la propiedad de ubicar al protagonista como parte de la historia, no de la fantasía. En ese último capítulo Cervantes renuncia a la sorpresa y anticipa la muerte del héroe y amigo que nos ha acompañado durante todo el viaje. Un profesor hace muchísimo tiempo me preguntó, basándose en lo mismo, que dónde estaba enterrada la canilla de El Quijote. En «La Ballena» ocurre lo mismo. En la primera escena Charlie (Brendan Fraser) se nos presenta dándose placer frente a un video pornográfico haciendo explícito no solo el fin de la historia, sino que la tragedia, la soledad y la muerte inminente de quien será el protagonista.
El Pasajero y Stella Maris, de Cormac McCarthy: dos novelas en espejo
por Paul Walder
La lectura de la última novela de Cormac McCarthy, que en los hechos son dos piezas hermanas y complementarias, es una experiencia que se mueve al filo de la historia. La escena post apocalíptica de La carretera, su anterior novela de 2006, revolotea en El Pasajero y Stella Maris, ambas del 2022, esta vez en un ambiente de fin de siglo en clave terminal. Cormac ya ha cumplido los noventa años y ha asumido grandes riesgos en esta nueva y pesada obra. El aclamado escritor de los estados del sur estadounidense, de los jóvenes vagabundos que cabalgan en busca de un trabajo y de una existencia por la frontera, publica una obra portentosa, como la ha llamado el crítico del NYT John Jeremiah Sullivan, que en más de seiscientas páginas se tambalea entre lo profético, la historia de la ciencia, la filosofía y la matemática, la irracionalidad y la locura. Cormac se expone más en estas dos novelas que en toda la obra anterior y nos lleva una vez más a mirar al fondo del abismo.
Les habla Louis-Ferdinand Céline
Bueno, pues ¡aquí estoy! Después de haber vivido en muchos lugares, en climas diferentes y en condiciones diversas, me ruegan ahora que dé mi impresión sobre mis obras maestras en un ambiente propio de silla eléctrica… Per no por ello voy a perder la serenidad, voy a decir todo lo que pienso y nadie me impedirá hablar. Bueno, pues, miren –voy a darme prisa, porque creo que estas cosas cuestan muy caras, conque hay que ser parco–, les cuento en seguida lo que sé y lo que he leído. En las Memorias de George Sand –ya casi no se lee a George Sand, pero aún se leen un poco sus Memorias, y yo, en particular, las he leído– hay un capítulo extraordinario en el que cuenta que, de joven, era muy lanzada y tenía ideas de izquierdas, de extrema izquierda incluso para aquella época.
Jorge Luis Borges: «Así escribo mis cuentos»
Acaban de informarme que voy a hablar sobre mis cuentos. Ustedes quizás los conozcan mejor que yo, ya que yo los he escrito una vez y he tratado de olvidarlos, para no desanimarme he pasado a otros; en cambio tal vez alguno de ustedes haya leído algún cuento mío, digamos, un par de veces, cosa que no me ha ocurrido a mí. Pero creo que podemos hablar sobre mis cuentos, si les parece que merecen atención. Voy a tratar de recordar alguno y luego me gustaría conversar con ustedes que, posiblemente, o sin posiblemente, sin adverbio, pueden enseñarme muchas cosas, ya que yo no creo, contrariamente a la teoría de Edgar Allan Poe, que el arte, la operación de escribir, sea una operación intelecmal. Yo creo que es mejor que el escritor intervenga lo menos posible en su obra.
Poema de Charles Bukowsky: «Culminación del dolor»
Oigo incluso cómo ríen
las montañas
arriba y abajo de sus azules laderas
y abajo en el agua
los peces lloran
y toda el agua
son sus lágrimas.
«Escribir en Dictadura»: no seamos como Jorge Edwards
por Edmundo Moure
No resultaba fácil escribir en aquellos tiempos de horror, durante esa “larga noche de piedra”, que fueron los diecisiete años de dictadura militar, más quince o veinte años de democracia “protegida”, cuyos tentáculos de autocensura todavía operan en el inconsciente de escritores y periodistas, porque el miedo no termina por decreto ni la libertad se quita y pone como una camisa.
Cuento de Enrique Symns: «El rey de los helados»
No hubo transición. La adultez fue una ropa que me pusieron como si fuera un presidiario; nunca dejás de ser niño, te obligan a dejar de serlo.
El asesinato de la infancia se comete en los colegios y los maestros y profesores son los especialistas en cometer ese crimen. Mis padres jamás me enviaron a la escuela. No hice primaria, ni secundaria, ni universidad. Pero igual me dañaron severamente al mudarse de un pueblo a la ciudad.
Poema de Juan García Brun: «La otra habitación»
La mujer se detuvo bajo un árbol y dibujó una casa —una mediagua— en una playa de finas arenas negras. El dibujo llegó a mí muchos años después, como parte de una correspondencia sobre la histeria en la América colonial. La casa estaba construida —se diría «depositada»— sobre las arenas. En su interior había dos habitaciones: un dormitorio que servía a un hombre que había descubierto su capacidad para retornar de la muerte y ya lo había hecho tres veces. En distintos recuadros se le puede ver vestido con pijamas y zapatillas de tenis, buscando una película para ver el sábado en la noche.
Cuerpo presente en M100: la historia de un militante del MIR detenido, torturado y exiliado
Hasta el 2 de abril estará disponible en la cartelera de Matucana 100 Cuerpo presente una obra unipersonal protagonizada por el actor y exmilitante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Igor Cantillana, quien después de 48 años decidió plasmar su historia como detenido, torturado y exiliado durante la dictadura de 1973 en Chile.
Poema de Juan García Brun: «Mensaje del Oriente»
La familia estaba de pie frente a mi cama, habían llegado mientras dormía y se mantenían ahí, a pesar del hambre. De ropa ligera, peinados a la gomina, me observaban y pulcramente esperaban que me incorporara. El más pequeño —eran dos niños— el de rostro aguileño, me entregó un sobre lacrado. Como te dije yo venía despertando.
Slavoj Zizek o el cine como arte perverso and so on
por Fernando Sánchez
”Para entender el mundo actual necesitamos el cine, literalmente. Solo en el cine encontramos la dimensión crucial que no estamos listos para enfrentar en nuestra realidad. Si buscas aquello que, en realidad, es más real que la propia realidad, busca en la ficción cinematográfica.” Slavoj Zizek
Slavoj Zizek, el polémico filósofo y psicoanalista esloveno, es una figura innegablemente interesante en el panorama intelectual de nuestros días. Más allá de sus manierismos exacerbados, su imagen descuidada y la sobre-simplificación de su obra en el mundo de la cultura meme, sigue siendo un pensador muy relevante. Tal es el caso de su famoso documental Manual de cine para pervertidos (Sophie Fiennes, 2006), donde el esloveno usa el arte cinematográfico como eje central para apoyar sus teorías. Aquí, Zizek parte desde la tesis de la no espontaneidad de los deseos humanos; es decir, de que nuestros anhelos más profundos no son meros impulsos instintivos, sino producto de una compleja red de moralidad, convención y restricciones no basadas en la realidad física más tangible. Por tanto, estos deseos, hasta cierto punto, se establecerían a través de una ficción construida artificialmente, aunque no por esto deberían ser considerados algo irreal.
Poema de Juan García Brun: «Sir Arthur William Craig»
Me llamo Sir Arthur William Craig, voy muy abrigado esta mañana y he desayunado en el hotel. El parque se extiende, cubierto de hojas, más allá de mi vista. Es previsible que se trate del Central Park en Nueva York. Llevo en mis bolsillos “La Historia de la Melancolía” de Robert Burton, un libro de 1621. Estoy tranquilo, satisfecho, pero prefiero un suelo seco, una región accidentada, salpicada de colinas, un lugar para combatir mi extraña enfermedad de aristócrata inglés.
«El mundo donde habito»: un tiempo que será mejor para los hombres
por Edmundo Moure
Escoger a un autor determinado, para indagar en su obra, es en sí un acto estético. Es lo que ha ocurrido con el proyecto literario Jorge Teillier. El mundo donde habito, llevado a feliz término, por Ana Traverso, doctora en literatura y académica, lanzado a través de las Ediciones de la Universidad Austral, en su Colección Patrimonio Institucional.
Poema de Louise Glück: «El triunfo de Aquiles»
En la historia de Patroclo,
no sobrevive nadie, ni siquiera Aquiles,
que era casi un dios.
Patroclo se parecía a él; usaron
la misma armadura.
Cuento de Juan García Brun: «The Motel»
a CM
En 1995 salió «Outside» de David Bowie. El trabajo del londinense me impactó como muy pocas veces lo ha hecho un disco. Sin embargo, tal impacto no se tradujo en un apoderamiento de la obra como me pasó —por ejemplo— con el llamado «Led Zeppelin IV» o «Alturas de Machu Picchu» de Los Jaivas. De esos discos puedo reconocer todos los temas, la mayor parte de ellos inclusive los canto e identifico en el orden en que comenzaban a aparecer en sus formatos originales. Hablo de la época anterior a la escucha aleatoria de las plataformas digitales.
Poema de Gabriela Mistral: «Miedo»
Yo no quiero que a mi niña
golondrina me la vuelvan,
se hunde volando en el Cielo
y no baja hasta mi estera;
en el alero hace el nido
y mis manos no la peinan
Yo no quiero que a mi niña
golondrina me la vuelvan.
Cuento de Raymond Carver: «Vecinos»
Bill y Arlene Miller eran una pareja feliz. Pero de vez en cuando se sentían que solamente ellos, en su círculo, habían sido pasados por alto, de alguna manera, dejando que Bill se ocupara de sus obligaciones de contador y Arlene ocupada con sus faenas de secretaria. Charlaban de eso a veces, principalmente en comparación con las vidas de sus vecinos Harriet y Jim Stone. Les parecía a los Miller que los Stone tenían una vida más completa y brillante. Los Stone estaban siempre yendo a cenar fuera, o dando fiestas en su casa, o viajando por el país a cualquier lado en algo relacionado con el trabajo de Jim.
La mala leche literaria
por Edmundo Moure
La fauna escritural chilena debe ser una de las más feroces en su especie. La integran —en su mayoría— individuos que parecen odiar a su propia comunidad, expresando en contra de cada uno de sus pares, todos los resentimientos y complejos acumulados en la inseguridad de su propio quehacer.
En defensa de Pablo Neruda
por Juan García Brun
En estas mismas páginas he fijado mi crítica a la posición política de Neruda. El vate fue un estalinista de toda su vida y como tal prestó auxilio a Siquieiros para que huyese de la justicia por haber participado en un atentado a Trotsky y siguiendo los vaivenes del PC dedicó loas a Fulgencio Batista y a Gabriel González Videla, siniestras figuras de la contrarrevolución. Sin embargo, lo expuesto no impide considerarlo el mayor poeta contemporáneo de nuestra lengua. Su obra portentosa y universal es de una magnitud tal que la poesía en castellano sería indiscernible de lo que es hoy si nos abstrajésemos de su contribución literaria. Visto de esta forma la obra nerudiana —enteramente autónoma de las miserias de la vida doméstica de su autor— es una conquista cultural, civilizatoria cuya apropiación por los trabajadores forma parte de la lucha general de los explotados por su emancipación social.
«La ballena»: En severo riesgo vital (y emocional)
por Cristián Uribe Moreno
Disponible en el streaming de Amazon Prime, el último largometraje de ficción del famoso realizador estadounidense Darren Aronofsky, se estrenará en la primera semana de marzo en las salas del país, y cuenta con tres nominaciones para los próximos premios Oscar, entre ellas una debido a la magnífica actuación protagónica de Brendan Fraser, en su rol principal.
Poema de Quirino Lemáchez: «Incendio»
Si no tienes agua para las llamas
Tienes la canción de la humareda de los cerros,
Fue la sequedad de enero dicen
Cuando la sombras color pus de las nubes
Se pierden en columnas en el espacio estelar,
40 años de Clics Modernos: «Acabo de llegar»
por Juan García Brun
Este año se cumplen 40 años de «Clics Modernos», el trabajo más importante de Charly García y el de mayor trascendencia en el rock en castellano. En la época hay trabajos coetáneos sublimes y conceptuales como «Alturas de Machu Picchu» de Los Jaivas, «Bajo Belgrano» de Spinetta Jade o bien combativos como «La voz de los 80» de Los Prisioneros. Sin embargo, es el trabajo de García —volando igualmente a gran altura— el que ha terminado por definir el canon del género.
En Valparaíso: «Radio-Teatro Alsino de Pedro Prado», este 3 y 4 de febrero
por Juan García Brun
Conversamos con Álvaro Silva el director de este proyecto hace unos días, músico y pintor de 56 años, natural de Laguna Verde, quien es el responsable del lanzamiento de esta obra teatral que se hace cargo de recrear la historia de Alsino, protagonista de la icónica novela de Pedro Prado que trata de un Ícaro chileno, del Valle central que padece el crecimiento de sus alas. Tal metamorfosis sirve de excusa para la que ha de ser quizá la principal novela poética del canon nacional y latinoamericano.
Encuentro anual de memoria en Neltume
por Guillermo Correa
El Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume realizará los días 3-4 y 5 de febrero una serie de actividades enmarcadas en el 16° encuentro anual de memoria que se realiza en este territorio que, como plantean en la convocatoria, “están insertas en la importante y permanente tarea de producir y articular memorias sobre la organización y resistencia en la montaña, especialmente cuando se cumplirán 50 años desde el Golpe de Estado en Chile.”
Última película de Rian Johnson: «Puñales por la espalda, el misterio de Glass Onion»
por José Martín
Desde que diera la campanada con la rompedora Brick (2005), originalísima pieza de cine negro ambientada en un instituto caloforniano, el director Rian Johnson ha sabido moverse con soltura entre el cine independiente –Los hermanos Bloom (2008)– y el de gran presupuesto –Star Wars: Los últimos Jedi (2017)–, regalando entre ellas una de las mejores cintas de ciencia ficción de los últimos años, Looper (2012). Con Puñales por la espalda (2019) se marcó uno de los mayores éxitos de su carrera, homenajeando con elegancia y fino humor a aquellas historias de crimen y lujo imaginadas por Agatha Christie, cuyas adaptaciones cinematográficas vivieron un momento de esplendor entre finales de los 70 y primeros de los 80, y que Kenneth Branagh ha devuelto a la actualidad gracias a sus versiones de Asesinato en el Orient Express (2017) y Muerte en el Nilo (2022). En la comedia de Johnson, un escritor de novelas de misterio era asesinado en vísperas de su 85 cumpleaños y la plana mayor de sus familiares era sospechosa de haber cometido el crimen. Muy celebrado fue el trabajo de Daniel Craig, totalmente alejado de su varonil imagen como agente 007 para meterse en la piel del perspicaz detective Benoit Blanc –una suerte de divertido Hércules Poirot contemporáneo–, acompañado de una chispeante Ana de Armas que fue capaz de destacar entre un reparto de estrellas del calibre de Jamie Lee Curtis, Toni Collette, Christopher Plummer, Chris Evans, Michael Shannon o Don Johnson. Crítica y público cayeron rendidos ante los múltiples placeres de un producto que recuperaba la esencia de aquellas entrañables comedias añejas de misterio, tipo Un cadáver a los postres (Robert Moore, 1976) o El juego de la sospecha (Jonathan Lynn, 1985), y Netflix se apuntó un tanto comprando los derechos de una franquicia, asegurándose el rodaje de, al menos, dos secuelas, de las cuales acaba de aterrizar en la plataforma de streaming la primera de ellas, Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion.
Primo Levi: la trilogía de Auschwitz
por Juan García Brun
Este texto es una de las mejores formas de visitar este campo de exterminio. La narración es poderosa y racional, va punto y codo en tierra quemada. El próximo 27 de enero se cumplirán 78 años de la liberación de los campos del complejo Auschwitz-Birkenau, aunque «liberación» no parece ser un término adecuado a la naturaleza de esa singularidad puesto que lo que se libera sigue existiendo, ya libre, cambiando su estado, pero no su condición.
Mario Vargas Llosa: libelista dogmático o en defensa de José María Arguedas
por Quirino Lemáchez
El camino ideológico de Mario Vargas no deja de ser estereotipado. De afiebrado joven revolucionario en su manifiesto La literatura es fuego (1967) donde manifiesta su idolatría por la revolución: “la literatura es fuego, que ella significa inconformismo y rebelión, que la razón del ser del escritor es la protesta, la contradicción y la crítica.” a La utopía arcaica (1995), libelo ensayístico contra la literatura de José María Arguedas. Los temas y motivos de ambos textos son candentes, utilizando las formas del ensayo el escritor expresa manifiestamente sus frágiles convicciones. Dejando una huella de contradicción que pone en evidencia la ley de sus textos, desplegar una galaxia de ideas provocadoras que marchan a contrapelo de la reflexión literaria para ganar réditos dentro del ámbito de sus posibles lectores, antes afanados izquierdistas, ahora liberales de vida lujosa.
Cuento de Manuel Rojas: «Una carabina y una cotorra»
Hay seres que nunca harán nada digno de mirar o de considerar. En la mayoría de los casos, no será suya la culpa: no han tenido preparación ni oportunidad para ello, o la vida se les ha presentado en tal forma, que apenas les ha permitido luchar para subsistir, es decir, para trabajar, es decir, para pelear diariamente y durante horas, ocho, diez o doce, con los más heterogéneos y extraños elementos: con el barro, el que hace adobes; con grasientas y ensangrentadas piltrafas de cuero de animal, el curtidor; con maderas, clavos y duras herramientas, el carpintero de obra; con trozos de suela y con zapatos viejos y malolientes, el zapatero; con una manivela que debe hacer girar incansablemente o con una bocina que debe tocar diez, cien, mil veces al día —muchas veces sin necesidad y sólo por hábito—, el conductor de vehículos motorizados; con fríos hierros, potes de grasa y tarros de aceite, el mecánico; con un escobillón, un tarro y un carretón hirviente de moscas, el basurero… ¿A qué seguir? La lista de trabajadores es interminable, así como es interminable el número de oficios que desempeñan. ¿Qué tiempo, qué oportunidad? Sin olvidar que el contacto diario y durante años con el barro, los cueros, las maderas, la manivela, los hierros y el carretón repleto de basura terminan por dar a su personalidad una condición semejante a la que esos elementos tienen.
Cine: «El Prodigio» de Sebastián Lelio, el lugar es la fuente de toda historia
por David Tejero
Las montañas rocosas arrugan su manto para comprimir el paisaje, los cielos albergan testimonios de lúgubres e inhóspitos caminos de barro. Polvo, arena, suelo, regiones, naciones y mundos manchados de sudor y sangre. El prodigio, última película de Sebastián Lelio, marca de manera sinuosa el trayecto de un paisaje desolador, como motor de una ficción mutable, ficción fuera de cualquier contexto histórico, fuera de tiempo y de etiquetas. De esta historia de soledad, que adopta el tono confesional de una mujer de ciencia, pasamos a la historia de una fe inquebrantable en los paisajes que nos habitan. El director chileno construye su obra a través de una continua interpelación al espectador, cediendo a los mecanismos de ficción del relato cinematográfico. Por eso no es de extrañar que su película abra con la desnudez de los escenarios e interiores en los que transcurre la historia. Un bello ejercicio de metaficción calibrado en las distancias precisas para dominar el cine. Lelio nunca invade a sus heroínas y protagonistas, acierta al no irrumpir en su espacio vital colocando la cámara en proporción a la mirada del espectador. El autor, demiurgo y orador omnisciente, maneja los hilos de un escenario global muy acorde con las teorías dramatúrgicas de Bertolt Brecht. Sin confundir realidad con ficción la cámara se asoma en escorzos hacia el cosmos de una fantasía de apariencia sobrenatural.
Poema de Italo Nocetti: «En la tierra de nadie»
Todos los días desembarco en la tierra de nadie,
Como todos los náufragos
Miro la playa y no la reconozco,
Piso la arena tibia y dejo huellas
Que el oleaje procura borrar,
En Memoria a Miguel Vicuña Navarro (1948-2022)
por Alex Ibarra
«…los cuerpos resisten hasta el final
caída, inmersión, olvido, pérdida…».
Sirvo una copa de vino y abro uno de tus libros de poesía «dicha non desdicha» ambos gestos reviven recuerdos de compartir los alimentos en una misma mesa: «mira, querido!». Supe de tu enfermedad y no fui a visitarte, la pandemia trajo muerte y aislamiento. Te tocó sufrir la misma enfermedad que le causó la muerte a mi madre, como fuiste más sabio supiste darme una palabra y brindar gestos de ternura.
Antonio Gramsci: «Odio el Año Nuevo»
El texto fue publicado originalmente el 1º de enero de 1916 en Turín, en el periódico Avanti!, donde Antonio Gramsci escribía regularmente la columna ‘Sotto la Mole’, dedicada a comentar desde la sombra de la Mole Antonelliana, principal símbolo arquitectónico de la ciudad de Turín, el discurrir de la vida turinesa.
Poema de Claudio Bertoni: «Viernes 10/1/86»
Un dolor de cabeza. Vuelve cuando la nombro y vuelve.
Pegado al techo del cráneo. Y me acosté. Los brazos largos y desnudos me dieron frío. Me cubrí con la frazada pesada, limpia, dobladiza y celeste. Ven a dormir conmigo, en el sueño amigablemente la invitaba.
Cuento de Robert Graves: «La tregua de Navidad»
El joven Stan pasó ayer por casa, más o menos a la hora del té; ¿conoce a mi nieto Stan? Está estudiando en una escuela técnica superior, acaba de cumplir los veinte, y es tan listo como lo era su padre a esa edad. Stan está empeñado en ser dibujante comercial y hacer aquellos carteles grandes de colores que pegan en las vallas. No quiere que le llamen «Stan», dice que resulta «vulgar», y pide que le llamen «Stanley» o nada.
Arte popular rebelde en los muros del GAM
por Guillermo Correa
Los muros del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) de Santiago se transformaron en un pizarrón pedagógico, un extenso lienzo donde los artistas populares fueron plasmando con sus variadas y multifacéticas creaciones las múltiples demandas que se manifestaron con la fuerza de un volcán a partir de la rebelión de octubre del 2019.
Cuento de Julio Cortázar: «Reunión con círculo rojo»
A Borges[*]
A mí me parece, Jacobo, que esa noche usted debía tener mucho frío, y que la lluvia empecinada de Wiesbaden se fue sumando para decidirlo a entrar en el Zagreb. Quizá el apetito fue la razón dominante, usted había trabajado todo el día y ya era tiempo de cenar en algún lugar tranquilo y callado; si al Zagreb le faltaban otras cualidades, reunía en todo caso esas dos y usted, pienso que encogiéndose de hombros como si se tomara un poco el pelo, decidió cenar ahí. En todo caso las mesas sobraban en la penumbra del salón vagamente balcánico, y fue una buena cosa poder colgar el impermeable empapado en el viejo perchero y buscar ese rincón donde la vela verde de la mesa removía blandamente las sombras y dejaba entrever antiguos cubiertos y una copa muy alta donde la luz se refugiaba como un pájaro.
«Trío jazz moderno»: un fulgurante momento bebop chilensis de 1976
por Carolina Reyes Torres
Lo que más sorprende de volver a escuchar este disco fundamental de la música nacional, es que da la impresión de que el paso del tiempo no lo ha afectado o anquilosado, y por el contrario, 46 años después sigue sonando fresco, directo e innovador.
Entrevista a Tom Waits: «En los viejos tiempos, mi casa era la ruta»
por Mick Brown
Hay pocos cantautores tan prolíficos y proteicos como él. Compuso algunos de los mejores discos llenos de whisky, piano y soledad, y los cantó con una voz tan peculiar que llegó a patentarla (literalmente). En el camino, fue actor fetiche de Coppola, Jarmusch y Altman. Y muchos lo consideran la continuación del espíritu de Kerouac y Bukowski. Ahora, rescatado del alcoholismo y la vida nómada por su mujer y coequiper musical, un hogareño Tom Waits acaba de editar un monumental disco triple en el que muestra en todas y cada una de sus múltiples caras musicales: experimentación, baladas y blues, con un lirismo emocionante y una voz que no se parece a ninguna.
La Nada
por Horacio Ramírez
“La tumba vacía, habitada por la Nada, es la boca que se abrió y dejó salir al Verbo y que, sin palabras, se llamó a sí misma a silencio, silencio pneumático, henchido con el primer soplo en la nariz: puro aire, pura Nada…”
El escritor y periodista Giovanni Guareschi dio una definición muy atendible de cómo puede llegar a entenderse la labor de un filósofo: es como un dentista, decía, que hace agujeros a los cuales no puede rellenar luego con aquello mismo que removió, por lo que debe hacer empastes y aleaciones que remeden lo que había originalmente… pero eso, ¿podría ser tomado como una respuesta a un planteo filosófico?
Heavy Metal en la RDA: trabajo duro y música dura
por Janis Ehling
El heavy metal fue la mayor subcultura de la RDA. Pero cuando el Este fue vendido a precio de saldo con la caída del muro de Berlín, la escena del metal no fue una excepción. Cuando los metaleros se pusieron delante de los funcionarios del SED (Sozialistische Einheitspartei Deutschlands– Partido Socialista Unificado de Alemania) y entonaron la brutal «Raining Blood» de Slayer, fue un shock cultural para ambas partes. Mientras los metaleros con su pelo largo cantaban la interpretación más suave posible del clásico del metal, los funcionarios de la comisión cultural, con sus trajes grises y marrones, palidecían.
Poema de Eduardo Anguita: «Venus en el pudridero»
¿Escucháis madurar los duraznos a la hora del estío,
a la venida del sol, mientras un príncipe danza
en vísperas de su coronación?
Yo pienso en el gusano.
Valparaíso: con documental sobre niños uruguayos secuestrados en Argentina y abandonados en Valparaíso el año 1976 se inauguró este jueves 01 de diciembre la versión XV del Festival Cine Otro
por Guillermo Correa
El Colectivo Cultural Cine Fórum inauguró el jueves 01 de diciembre la versión número XV del Festival de Cine Social y Derechos Humanos, Cine Otro, exhibiendo el documental “Y CUANDO SEA GRANDE”, del director César Charlone, que relata la historia de dos niños secuestrados en Argentina y abandonados en la Plaza O’Higgins de Valparaíso.
Queen y la política: lo que no se vio en la película del momento
por Marcelo Duclos
Aunque Freddie Mercury murió en 1991, hoy, en 2022, la banda vive probablemente el mayor éxito de su carrera. La película biográfica fue número uno en todo el mundo y en Inglaterra ese año 8 de los 10 primeros temas del ranking de rock de la BBC pertenecieron al cuarteto real. Bohemian Rhapsody encabezó la lista por tercera vez en la historia: la primera fue con la salida del polémico single en 1975 y la segunda con la película Wayne’s World en 1992, tras la muerte del cantante.
Narración de Jaime Bernales: «Me tienen loco»
Creo que debemos declarar como Pandemia a la Muerte. Y no piensen que estoy loco. No! No estoy loco ni nada por el estilo. Aunque a decir verdad, todo puede ser posible, absolutamente posible.
Mircea Cartarescu: «La poesía es el gato muerto del mundo consumista, hedonista y mediático en el que vivimos»
por Susana Reinoso
Magistral. Las intervenciones del magnífico escritor rumano Mircea Cartarescu suelen ser memorables. Al recibir el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, el autor de El ojo castaño de nuestro amor defendió el papel crítico de la poesía.
Cuento de Juan García Brun: «27 de noviembre, noche»
Llevo 37 años encarcelado. Hace diez años tuve que ser llevado al tribunal lo que me permitió oír la ciudad y ver —mientras era conducido engrillado— unos edificios que parecían hundirse en el río. El edificio era hermoso y muy moderno, con unas ventanas enormes. La concurrencia al juzgado me resultó incomprensible, pero fue una experiencia vivificante. La gente era hermosa, amable, las habitaciones limpias y salvo los otros reclusos, me pareció un ambiente palaciego.
Pier Paolo Pasolini: «Gabriel García Márquez, un escritor indigno»
Parece ser un lugar común considerar «Cien Años de Soledad» de Gabriel García Márquez (libro recientemente editado), como una obra maestra. Este hecho me parece absolutamente ridículo. Se trata de la novela de un guionista o de un costumbrista, escrita con gran vitalidad y derroche de tradicional manierismo barroco latinoamericano, casi para el uso de una gran empresa cinematográfica norteamericana (si es que todavía existen). Los personajes son todos mecanismos inventados- a veces con espléndida maestría- por un guionista: tienen todos los «tics» demagógicos destinados al éxito espectacular.
Cuento de Antón Chéjov: «La obra de arte»
Sasha Smirnov, hijo único, entró con mustio semblante en la consulta del doctor Kochelkov. Debajo del brazo llevaba un paquete envuelto en el número 223 de Las Noticias de la Bolsa.
—¡Hola, jovencito! ¿Qué tal nos encontramos? ¿Qué se cuenta de bueno? —le preguntó afectuosamente, el médico.
Sasha empezó a parpadear y, llevándose la mano al corazón, dijo con voz temblorosa y agitada.
—Mi madre, Iván Nikoláievich, me rogó le saludara en su nombre y le diera las gracias… Yo soy su único hijo, y usted me salvó la vida…, me curó de una enfermedad peligrosa…, y ninguno de los dos sabemos cómo agradecérselo.
Poema de Claudio Bertoni: «Mi padre y yo»
Íbamos de viaje entre Valparaíso y Santiago
Pasado el túnel Zapata un poco antes de llegar a Curacaví nos detuvimos
/a orinar
Bruno abrió el capot del auto mientras yo miraba el cielo y las nubes juntarse
/con la cordillera de la Costa
El cuadro y el río. Apólogo kafkiano
por Aniceto Hevia
Desciendo del Cerro Monjitas para buscar encontrarme en el terminal de buses con un compañero viejo, hombre curtido en todas las batallas del pueblo. Vestido humildemente, pero su rostro trasuntaba la humildad noble de los verdaderos revolucionarios de ayer, un aura de razonada rebeldía. Vagamos, bebimos unos cortados, terminamos en el molo 500 en un diálogo entre botes, gaviotas y buques anclados. Su rostro se oscureció, ya no sonreía, su mirada se perdió en el horizonte transparente, algo le ocurría que yo podía percibir.
Poema de Enrique Lihn: «Estación terminal»
Esta será ya lo veo tu última imagen:
nuestra despedida en el poema en la estación terminal.
No sé por dónde empezarla para que no se me escape nada,
y las gentes las cosas apelotonadas aquí tienen algo de
agobiadoramente comparable a los restos que se enfrían
frases enteras o adjetivos de una pequeña obra maestra
sobre la cual pesara, hasta perderla, esta impaciencia,
nuestro cansancio mi inarticulación la ferocidad del egoísmo
por el cual cuando me empiezan a doler los pies
prefiero la cama a cualquier otra cosa incluyendo
a la poesía que voy a decirlo todo esta noche eres tú,
y, entretanto, no insistas en que un gordinflón de cuarenta años
duerma apoyado en tu hombro, para retenerlo otro poco.
Cine: «Argentina 1985» – Cómo tergiversar la historia
por Luis Cuello
Argentina 1985 se ha convertido en un éxito de taquilla con más de un millón de entradas vendidas, y seguramente también tendrá un éxito importante en las plataformas. Justo es decir que ha generado un debate, sobre todo en sectores militantes de derechos humanos e intelectuales y quizás también, aunque más dudoso, en el denominado “gran público”. Si bien todo hecho artístico expresa razones ideológicas, inevitablemente, como Argentina 1985 aborda hechos históricos recientes desde determinadas miradas políticas, merece no solo una crítica estética, sino una clara delimitación de estas miradas.
Cuento de Franz Kafka: «Un artista del hambre»
En los últimos decenios, el interés por los ayunadores ha disminuido muchísimo. Antes era un buen negocio organizar grandes exhibiciones de este género como espectáculo independiente, cosa que hoy, en cambio, es imposible del todo. Eran otros los tiempos. Entonces, toda la ciudad se ocupaba del ayunador; aumentaba su interés a cada día de ayuno; todos querían verlo siquiera una vez al día; en los últimos del ayuno no faltaba quien se estuviera días enteros sentado ante la pequeña jaula del ayunador; había, además, exhibiciones nocturnas, cuyo efecto era realzado por medio de antorchas; en los días buenos, se sacaba la jaula al aire libre, y era entonces cuando les mostraban el ayunador a los niños. Para los adultos aquello solía no ser más que una broma, en la que tomaban parte medio por moda; pero los niños, cogidos de las manos por prudencia, miraban asombrados y boquiabiertos a aquel hombre pálido, con camiseta oscura, de costillas salientes, que, desdeñando un asiento, permanecía tendido en la paja esparcida por el suelo, y saludaba, a veces, cortésmente o respondía con forzada sonrisa a las preguntas que se le dirigían o sacaba, quizá, un brazo por entre los hierros para hacer notar su delgadez, y volvía después a sumirse en su propio interior, sin preocuparse de nadie ni de nada, ni siquiera de la marcha del reloj, para él tan importante, única pieza de mobiliario que se veía en su jaula. Entonces se quedaba mirando al vacío, delante de sí, con ojos semicerrados, y sólo de cuando en cuando bebía en un diminuto vaso un sorbito de agua para humedecerse los labios.
Bolaño con «B» de Borges
por Maximiliano Castillo
Es indudable que uno de los escritores que tuvo mayor influencia dentro de la narrativa bolañesca fue Jorge Luis Borges. Para Roberto Bolaño: “Borges es y debería ser el centro de nuestro canon”. En esta oportunidad intentaremos realizar un diálogo entre los dos autores, repasando sus temáticas literarias y sus formas de comprender la literatura.
Cuento de Juan García Brun: «El nombre del bosque»
Corría 1951 y llovía de forma ininterrumpida desde hace a lo menos tres meses. Me tocaba ir desde La Unión a la ciudad. Stolzenbach y Graff se habían reportado enfermos y no tuve más alternativa que hacerme cargo del operativo sin ningún apoyo. La camioneta que me asignaron —una Ford del 40— parecía un cenicero, en el suelo un par de botellas, calzoncillos y tierra.
Manuel Rojas, masón: primeras entradas de lectura
por Pablo Concha
En 1951 Manuel Rojas lanzaba Hijo de ladrón entre la aprobación de la crítica y de sus pares, consagrándose como el principal narrador chileno del medio siglo. También en 1951 José Santos González Vera publicó en la revista Babel un artículo llamado “Manuel Rojas”, suerte de semblanza de su amigo en la que, además de abordar aspectos biográficos y estéticos, esbozaba la lógica de su actuar político-social:
Poema de Nicanor Parra: «Hay un día feliz»
A recorrer me dediqué esta tarde
Las solitarias calles de mi aldea
Acompañado por el buen crepúsculo
Que es el único amigo que me queda.
«Rifkin’s Festival»: Las últimas nostalgias de Woody Allen
por Horacio Ramírez
El más reciente estreno en cartelera del histórico realizador estadounidense, lo trae de regreso a las costas españolas —luego de su recordada «Vicky Cristina Barcelona», de 2008— y a tópicos dramáticos tan caros a su filmografía en general, como son el miedo al rechazo, la tentación, la culpa y el enigma ineludible de la muerte física. Tenemos varias formas de clasificar al cine. Una de las más concurridas es la de las categorías de cine de autor versus el cine de evasión. Y mientras el cine de autor nos remite a un espacio intelectual acotado, el de evasión nos libera de las ataduras de lo real.
Poema de Robert Graves: «Los Bardos»
Sus mejillas están manchadas por pena, sus ágiles versos
Tropiezan, los borrachos que cenan les arrojan huesos
Si no se apresuran:
Hay algo temeroso en su canción que
Los fastidia, un dolor desconocido, como un campesino
Que vulgarmente viste la piel de una vaca
Irrumpe sin dar aviso, cacareando y tosiendo,
Agitando un palo de acebo aún sin pelar en su mano,
Entra en la sala cubierta de escudos, cortinas de seda
Y con brillo de joyas, donde doce reyes juegan sentados al ajedrez
Sobre piezas de pálido bronce y de oro,
Y, con hechizo grosero,
Tira abajo las vigas y deja afuera a las reinas—
Las de pecho salvaje de cisne, de rosadas y rojas mejillas,
hijas con cabello de cuervo, a las que admiran—
Para que puedan revolver de sus negras ollas y descansar en la paja.
Narración de Juan García Brun: «La dinastía del tiempo»
Recibí en la madrugada la fotografía de un confesionario. Un confesionario de madera oscuro e iluminado por el irritante látigo de un flash. La imagen algo desenfocada iba acompañada de una reflexión íntima que hacía referencia a una relación amorosa clandestina al otro lado del océano. Visto desde el frente, la bóveda del confesionario encerraba una pulcra superficie negra semejando el monitor de un equipo computacional capaz de simular la velocidad de la luz en un espacio acotado.
El sonido del tren
por Juan García Brun
Había un humorista que imitaba un tren en el Festival, Lucho Navarro. Su imitación era buenísima y ocasionaba admiración que no es algo que se espera de los humoristas pero tampoco puede despreciarse.
Navarro tenía —además— un cierto parecido al olvidado dirigente comunista Orlando Millas, no solo físico sino que en esta impropiedad evocativa que aludimos.