por Ibán de Rementería
Hoy en lo político es esencial discernir entre lo prioritario y lo segundario en los procesos electorales que se vienen en lo inmediato.
Como bien sabemos el proceso constituyente fue instalado como salida política a la crisis institucional del Estado planteada por el estallido social que se inicia el 18 de octubre del año pasado, lo que se pacta entre el Parlamento y el Poder Ejecutivo el 15 de noviembre siguiente es el Acuerdo por la Paz y la Constituyente, con esto se logró posponer la crisis política y, luego, con la pandemia del corona virus se establecieron los instrumentos estatales de control de la población que apaciguaron momentáneamente el estallido social, eso ha sido: la Peste.
La nueva constitución, además de establecer las nuevas normas fundamentales que regirán la distribución del poder en Chile, debe resolver la instauración de las principales garantías sociales de acceso universal, gratuito y de calidad a la salud, la previsión, la educación y la vivienda a todas y todos los que viven en Chile. Además, para financiar lo anterior el Estado de Chile debe recuperar las rentas y utilidades sobre los recursos naturales –minería, agua, recursos del mar, tierras y bosques, recursos biológicos, etc.-, ese es el sueldo de Chile, también los provenientes de las obras y los servicios públicos, finalmente, hacer una reforma tributaria que nos aproxime a la recaudación media de la OCDE, a la cual pertenecemos.
Frente a este gran desafío que se deriva del estallido social y las demandas de todas y todos los que viven en el país tenemos que, mientras la oposición dispersa, porque no puede construir un proyecto político conjunto, intenta desde sus particularidades personalistas y clientelares acumular fuerzas en los procesos electorales generales y así imponerse sobre los otros sectores, para lo cual relativiza y minimiza los procesos constituyentes y magnifica a las elecciones municipales, regionales, parlamentarias y presidenciales, que son de los particulares interese de tales candidatos.
Por su parte, la derecha e importantes sectores del centro político quieren minimizar la importancia de los contenidos del debate constitucional y volverlo un asunto de expertos, para de tal manera despolitizar los temas constitucionales –la propaganda por el “rechazo” expresamente advierte que no hay ninguna relación entre los derechos sociales y la nueva constitución- y así desinteresar a la mayoría de la población en el asunto político constitucional central que son tanto los temas a resolver de acuerdo a los intereses de las mayorías y, sobre todo, la elección de los miembros del Convención Constitucional dado que lo pactado en 15 de noviembre exige que los acuerdos constitucionales sean aprobados por una mayoría calificada de 2/3 de los miembros, esto quiere decir que a la derecha la bastará con obtener un tercio más uno de la Convención Constitucional para impedir cualquier reforma que perjudique sus intereses – el cerrojo Guzmán- Pinochet. Por lo anterior los dos eventos electorales de la primera importancia para el futuro político de la nación son el Plebiscito de entrada y la elección de los miembros de la Convención Constitucional; luego de que esta resuelva su tarea política histórica, hacer la nueva Constitución de la República de Chile, el tercer evento electoral será el plebiscito de salida donde aquella será sancionada por la mayoría de las y los chilenos.
Solo si movilizamos a las mayorías nacionales ahora para el 25 de octubre por el Apruebo y la Convención Constitucional y el 11 de abril del 2021 por la elección de las y los miembros de ella, para que conformen una mayoría de los dos tercios que aseguren las disposiciones constitucionales que a continuación se señalan.
ESTAMOS CON EL APRUEBO LA CONVENCIÓN CONSTITUCIONAL PORQUE:
QUEREMOS DERECHOS SOCIALES CONSTITUCIONALMENTE GARANTIZADOS PARA TODAS Y TODOS LOS QUE VIVIMOS EN CHILE.
QUEREMOS UNA NUEVA CONSTITUCIÓN QUE GARANTICE LA PROVISIÓN PUBLICA DE UNA EDUCACION UNIVERSAL GRATUITA Y DE CALIDAD PARA TODAS Y TODOS. TANTO PRESCOLAR, BASICA, MEDIA, TECNICA COMO SUPERIOR
QUEREMOS UNA NUEVA CONSTITUCIÓN QUE GARANTICE UNA LEY LABORAL QUE ASEGURE LA SINDICALIZACIÓN UNIVERSAL, LA TITULARIDAD SINDICAL Y LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA POR RAMA, PARA TODAS Y TODOS LOS TRABAJADORES.
QUEREMOS UNA NUEVA CONSTITUCIÓN QUE RECUPERE PARA EL ESTADO LAS RENTAS Y UTILIDADES DE LOS RECURSOS NATURALES MINEROS, PESQUEROS Y EL AGUA. QUEREMOS RECUPERAR EL SUELDO DE CHILE.
NECESITAMOS RECURSOS PÚBLICOS PARA ASEGURAR CONSTITUCIONALMENTE LA FINANCIACIÓN DE LOS DERECHOS SOCIALES UNIVERSALES A LA SALUD, LA PREVISION SOCIAL, LA EDUCACIÓN Y LA VIVIENDA.
QUEREMOS UNA NUEVA CONSTITUCIÓN QUE RECUPERE PARA EL ESTADO LAS RENTAS Y UTILIDADES DE LAS OBRAS PÚBLICAS. QUEREMOS RECUPERAR EL SUELDO DE CHILE
QUEREMOS UNA NUEVA CONSTITUCIÓN QUE ASEGURE QUE TODOS PAGAN SUS IMPUESTOS EN PROPORCIÓN A SUS INGRESOS, QUE PROHIBA EXPRESAMENTE LA ELUSIÓN, LA EVASIÓN Y LA EXENCIÓN TRIBUTARIA.
NECESITAMOS RECURSOS PÚBLICOS PARA ASEGURAR CONSTITUCIONALMENTE LA FINANCIACIÓN DE LOS DERECHOS SOCIALES UNIVERSALES A LA SALUD, LA PREVISION SOCIAL, LA EDUCACIÓN Y LA VIVIENDA.
QUEREMOS DERECHOS SOCIALES CONSTITUCIONALMENTE GARANTIZADOS Y FINANCIADOS PARA TODAS Y TODOS LOS QUE VIVIMOS EN CHILE.
(El autor integra el Equipo Editorial de El Porteño y milita en el Núcleo Valparaíso Socialista del PS)