por Higinio Polo //
Israel nació de la ocupación militar y el robo de tierras ajenas, acompañados de una feroz limpieza étnica que comportó la expulsión de centenares de miles de palestinos de sus poblaciones, de la destrucción de sus aldeas y de matanzas como la de Deir Yassin. Fueron los laboristas judíos del Mapai, con Ben Gurion, quienes expulsaron a los palestinos de su tierra, en 1948, y quienes expropiaron sus propiedades por la fuerza militar. Esa política se mantuvo después, durante dos décadas, procurando hacer irreversible la ocupación, y cuando el Mapai fundó, con otras organizaciones menores, en 1968, el Partido Laborista, sus dirigentes siguieron defendiendo el expolio. Referirse hoy a la invasión de nuevos territorios en 1967, rechazada por la ONU, y reclamar el fin de la ocupación es justo, pero olvida que el origen del conflicto se situa en 1948, en la Nakba. Seguir leyendo Netanyahu, el veneno de Israel